El romero es un arbusto siempre verde, leñoso, de hasta 2 metros de altura, con hojas rígidas, lineales, lanceoladas, en forma de aguja y de aspecto coriáceas; las recubre una capa de diminutos pelos. De las axilas de las ramas superiores brotan pequeñas flores labiadas de color azul o violeta, y que pueden ser vistas casi todo el año. Sus frutos son tetraquenios.
El romero en verde se reconoce por su fuerte olor alcanforado, que recuerda a las resinas de las coníferas. Se trata de una especie espontánea en la región mediterránea, de donde procede; se puede encontrar de forma espontánea en toda la zona incluida la Península Ibérica. Actualmente se cultiva en todo el mundo; es utilizada como planta ornamental en toda Europa, donde crece fácilmente en parques y jardines al abrigo del viento.
El romero es una planta muy antigua y ampliamente elogiada por sus numerosas propiedades medicinales y aromáticas. Posee alcaloides, saponina, ácidos orgánicos y un 2% de aceite esencial (oleum rosmarini, oleum anthos). Éste último contiene a su vez cineol, alcanfor y borneol.
Tiene propiedades antiespasmódicas, como calmante de los nervios, especialmente útil durante la menopausia. Es estimulante, diurética y colagoga; cardiotónico, hipotensor y mejorador de los procesos digestivos; es carminativo. Es útil en reumatismos articulares, dolores reumáticos y de estómago, y en aquellos dolores de cabeza de origen nervioso. Es muy eficaz en afecciones cutáneas, como contusiones, úlceras y heridas; también como alivio sintomático de reacciones alérgicas de la piel, y de variadas formas reactivas de la misma, ejemplo de la que produce la procesionaria del pino o los pelillos urticantes de las ortigas.
El romero se utiliza ampliamente en farmacología, Así, de las hojas se extrae una esencia que forma parte de muchos preparados antirreumáticos, ejemplo del alcohol spiritus rosmarini, o linimentos como el linimentum saponafo-camphoratum, utilizados en aplicaciones tópicas.
Esta especie es además una apreciada planta aromática y condimento en aplicaciones culinarias. También se utiliza en la industria de la perfumería.
Remedios
A un litro de vino blanco generoso, añadir un puñadito de hojas secas y desmenuzadas de romero. Dejar macerar durante 10 días. Filtrar y tomar dos o tres copita al día.
Decocción de romero para uso externo, en reumatismos articulares, contusiones, úlceras y heridas
Para las afecciones descritas, añadir a medio litro de vino un puñadito de hojas secas y desmenuzadas de romero, dejar reducir un poco. Filtrar y aplicar sobre gasa o compresa sobre las zonas afectadas. Los mismos efectos se obtienen mediante aceite de romero en pomada.
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